lunes, 27 de abril de 2015


¿QUÉ ME PASA DOCTOR?



No se empeñe. Sí, no se empeñe. Le pase lo que le pase, a usted no le pasa nada. Al menos de importancia. Porque segura estoy de que tendrá usted cerca a alguien que se ocupe de convencerlo de ello. Y no me refiero a ningún médico ni enfermera ni psicólogo...me refiero a aquellas personillas tan simpáticas que cuando usted, por desahogo, se decide por fin a confesar tímidamente el inquietante achaque de salud por el que está atravesando, ellos siempre, indefectiblemente, se  manifiestan aquejados de algún mal que ellos estiman, por supuesto,  mucho peor.

¿Que le ha atropellado a usted un tranvía y tiene la pierna rota por cuatro partes? Pues eso no es nada, ellos tienen un uñero; y un poco infectado.

Así que usted, le pase lo que le pase, con las enfermedades mejor calladito porque de otra manera va  a acabar con la pierna igual de rota y la tensión máxima a 24; y subiendo...

La única enfermedad que puede hacer sombra  a las de estos personajillos: la hipocondría. Y la sufren hasta en las "mejores familias" ...

Reino Unido de la Gran Bretaña, siglo XIX. El 12 de Febrero de 1809, en el seno de una familia
acomodada de reputados médicos (padre, abuelo...), vino al mundo Charles Robert Darwin (el mismo día que Abraham Lincoln). Con 16 años, tras haber ayudado ese verano a su padre en la consulta como aprendiz de médico, marchó a la Universidad de Edimburgo con Erasmus (no es que en aquel entonces existiese ya un programa europeo de intercambio universitario sino que Erasmus Darwin era el nombre de su abuelo). Pronto encontró las clases de Medicina tediosas e insufrible la cirugía, por lo cual, Charles dedicaba sus horas libres al curioso hobby de la taxidermia. Desde niño había sentido curiosidad por la Historia Natural y en su segundo año en Edimburgo comenzó a frecuentar un grupo de estudiantes daficionados a esta disciplina, que debatían frecuentemente sobre diversos temas científicos (Sociedad Pliniana), y colaboró en diferentes investigaciones y descubrimientos sobre invertebrados marinos.

Ante la poca atención por sus estudios de Medicina, su padre lo envió a Cambridge con la intención de que se ordenase pastor anglicano,  pero Charles prefirió dedicarse a la equitación, al tiro y a coleccionar escarabajos.

Empezó a frecuentar allí círculos científicos y naturalistas y se hizo gran amigo de un profesor de botánica que en el año 1831 le propuso embarcar como naturalista sin retribución (un actual becario) en el buque HMS Beagle, buque que zarpaba en expedición para fotografiar la costa de América del Sur.

En dicho viaje, Darwin, tomo ingentes notas científicas que iba enviando a Cambridge. A pesar de los fuertes mareos que le produjo el viaje, el trabajo recopilatorio de Darwin supuso el estudio de mayor calado del mundo de la biología.

Pero Darwin arrastró siempre un grave problema de salud: su grave hipocondría. Durante toda su vida adulta sufrió de palpitaciones, dolores de estomago, vómitos, temblores, síntomas de afección cardiaca, etc, sin padecer enfermedad real ninguna. Incluso se torturó preocupado por las posibles problemas de salud que le pudiera acarrear el tamaño de su nariz.

La causa de las "enfermedades" de Darwin fueron constantemente investigadas pero todos los intentos de diagnóstico (distinto de su aprensión) y tratamiento carecieron de éxito. 

No obstante el sufrimiento que le supuso su grave hipocondría, Darwin la consideró realmente un regalo para su vida profesional indicando: "la mala salud me salvó de las distracciones sociales y la diversión" constatando que sólo gracias a su enfermedad había conseguido dedicar tantas horas al trabajo y conseguir como fruto llegar a desarrollar su  universalmente estudiada teoría sobre el origen de las especies.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"La investigación de las enfermedades ha avanzado tanto que cada vez es más difícil encontrar a alguien que esté completamente sano".

Aldous Huxley



"La hipocondría es el enamoramiento de la propia enfermedad".

Sigmund Freud

"La hipocondría es una perturbación en la cual una persona refiere síntomas físicos y está especialmente preocupada porque cree firmemente que corresponden a una enfermedad grave"

Manual Merck




lunes, 13 de abril de 2015

DE LA COSECHA DE 1949...



Al igual que ocurre con las personas, hay años generosos y otros más bien tacañetes. Y parece que 1949 fue un año generoso para los amantes de la música y del arte y los artistas en general.
En un sólo año, el 1949, vinieron al mundo Haruki Murakami, Philippe Starck, Joaquín Sabina, Patrick Duffy (Dallas), Patrick Süskind (El Perfume), Paloma Picasso, Jessica Lange, Billy Joel, Rick Wakeman, Moncho Alpuente, Ken Follett, Lionel Richie, Meryl Streep, Roger Taylor (Queen), Mark Knopfler, Richard Gere, Twiggy, Bruce Springsteen, Annie Leibovitz, Sigourney Weaver, Jeff Bridges, Tom Waits, Robin Gibb, Maurice Gibb, Beatriz Carvajal, Sissy Spacek..y alguno más que habrá de perdonar que no le nombre por falta de espacio. Sin embargo, a cambio, la parca se llevó a los maestros Joaquín Turina y Richard Strauss, devastadoras pérdidas que nunca se podrían compensar económicamente.

 Y, sin embargo, para aquellos a quienes gusta vivir económicamente al filo de la navaja comenzó la "diversión"....

Nueva York. (N.Y., Estados Unidos), 1949. El ejecutivo de la Hamilton Credit Corporation, Frank X. McNamara, su abogado Ralph Sneider y Alfred Bloomingdale, (nieto del fundador de los famosos grandes almacenes Bloomingndale's), se habían dado cita para cenar en el restaurante Major's Cabin Grill, local adyacente al Empire State Building.
Durante la cena departieron, entre otros temas, sobre un problema de crédito que se le había planteado a un buen cliente de McNamara, cliente que, apiadado de algunos de sus vecinos que acudían a él a lloriquearle sobre sus problemas económicos, les había cedido algunas tarjetas de pago de diferentes establecimientos comerciales. Los llorones habían hecho un uso generoso de las mismas y el bondadoso cliente de McNamara se encontraba en un serio problema para hacer frente a los pagos de la deuda que sus vecinos habian generado. Hago aquí un inciso para explicar que, por aquel entonces, no existían las tarjetas de crédito tal como hoy las utilizamos sino que sólo algunos establecimientos ofrecían crédito a sus buenos clientes que podían pagar (sólo en su local) con una tarjeta y luego liquidar su cuenta en el plazo que hubieran establecido, tal como se ha hecho en muchos comercios a lo largo de la historia.

Finalizada la cena y solicitada la cuenta, el destino o la casualidad quisieron que McNamara pasara un mal rato cuando se apercibió de que había olvidado el dinero en casa y no portaba un sólo dólar encima, por lo que hubo de llamar a su esposa para que viniera a proveerle de fondos. Fue entonces cuando prometió poner los medios para que no volviera a sucederle tan vergonzante situación nunca más. Y, junto con los otros dos comensales de aquella cena, idearon un sistema de pago a crédito, seguro y personal pero que, por contra a las tarjetas individuales que ya existían, su medio fuera aceptado en variados establecimientos indistintamente. En recuerdo a que la tarjeta había sido ideada mientras compartían una agradable cena, denominaron a su tarjeta Diner's Club (de traducción literal Club de Cenadores). 

Había nacido así la primera tarjeta de crédito tal como la conocemos en la actualidad. Al principio sólo se aceptaba en 14 restaurantes neoyorkinos y la poseían únicamente 200 personas, entre amigos y conocidos de los creadores pero, ya a finales de 1950, el número de establecimientos adheridos había crecido en progresión geométrica y contaba ya más de 20.000 usuarios.

Pd. En España, la primera tarjeta de crédito no fue emitida hasta 1978, como idea importada por Carlos Donis de León y, tras el rechazo de la idea por el Banco de Santander, fue lanzada por el Banco de Bilbao.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Quien cambia felicidad por dinero podrá cambiar dinero por felicidad".
José Narosky 
                    "Si quieres conocer el valor del dinero,trata de pedirlo prestado".
Benjamin Franklin
"Es locura manifiesta vivir precariamente para poder morir rico".
Juvenal